Una empresa japonesa pondrá a la venta el próximo mes de septiembre una novia robot de 38 centímetros,
pechugona, muy simpática y que besa cuando se le pide, pensada para hombres solitarios, por un precio de unos 113 euros.
Con sus sensores infrarrojos y la energía de las pilas, la diminuta damisela llamada EMA coloca la boca para dar un beso cuando se le acerca una cabeza humana y entra en lo que sus diseñadores llaman "modo de amor".
"Fuerte, resistente y preparado para la batallas son algunas de las expresiones que se asocian con los robots, pero quisimos romper el estereotipo y ofrecer un robot que es dulce e interactivo", ha declarado Minako Sakanoue, una portavoz de la fabricante Sega Toys. "Es muy amable y aunque no es humana, puede actuar como una verdadera novia," ha añadido.
EMA, que responde a la siglas de Eternal Maiden Actualization (Actualización de Doncella Eterna), puede también repartir tarjetas de visita, cantar y bailar.
Japón, productora de casi la mitad de los 800.000 robots industriales del mundo, prevé un mercado de 10.000 millones de dólares para la inteligencia artificial en una década.